nunca es tarde

Muchas veces monitos sin tiempo se acercan a nosotros y nos dicen: "no tengo tiempo", y rompen en llanto o le  entran a alguna fruta, como con cierta resignación. Podemos ayudarlos, no será fácil, pero podemos hacerlo. Lo que no nos será tan fácil será ayudar a quienes se nos apersonan y nos confiesan "es que ya es demasiado tarde!" y se clavan alguna banana o fruta rica y fresca sin solución de continuidad.

¿Pero quién os ha dicho que es tarde?

Desde el movimiento creemos y hacemos creer a nuestros simios que creemos que nunca es tarde, nuestro slogan "nunca es tarde para..." nunca fue bien recibido, pero es hora de que lo intensifiquemos ¿y cómo? con ejemplos monos, la forma más deliciosa de aprender!

Por eso: nunca es tarde para decir te amo a esa personita especial, y tampoco es tarde para decirle te odio a esa misma persona u otra. O para decirle que no te la fumas ni en pipa. Tampoco es tarde para empezar algo o para terminarlo. No es tarde para tomar una siesta, o tomarse una ginebra o un buque, con amigos, o solos, a cualquier destino. Ni siquiera es tarde para perder la fe, ni tarde para empezar a creer.

polo

Muchísimas veces se nos han acercado a preguntarnos nuestra opinión acerca de la energía. Si es que realmente es escasa, si es que se va a acabar, si una vez que el sol se apague será el brillo de la luna el que fomente la fotosíntesis de las plantitas y árboles, etcétera.

Nuestra posición al respecto es que la energía es ilimitada, pero que no creemos en el uso de pilas. En realidad no creemos en nada que tenga más de dos polos. No creemos en los imanes, en los piscianos y menos aún en los geminianos. No creemos en la gente bipolar, tripolar, tetrapolar y así.

sólo creemos en los polares, en la gente polar, en los animales polares y en cualquier ser que vista tela pólar.

Intentaron, pero no pudieron (lero, lero)

Quisieron callarnos y nos amordazaron, pero mordimos la soguita con estos caninos violentos y nos liberamos de la censura.
No pudieron atarnos, porque somos inquietos.
No supieron ayudarnos, porque somos autodidactas.
Y no supieron seguirnos oh monitos, porque son primates primarios.

Les dejamos una navaja en las manos, y lo único que pudieron hacer fue tallar un corazón en una sandía colorada.

Oh dios.

Las navajas ya están obsoletas. Volvimos y trajimos lightsabers para todos.
No se oxidan y tienen colores brillantes.
Les re convienen portarse bien.

de dónde volver cuando a ningún lugar se ha ido

oh! pero miren quién ha regresado

Típica frase con la que ahora a nosotros, l y quien les habla, se nos recibe hasta en los lugares más cochinos. Frase que oralmente expresada es acompañada por esa cadencia con la que se recrimina.

Se les repite a los oyentes en nuestras repetidas charlas que siempre estuvimos acá, no escribiendo porque sís. Estableciendo como norma el porque sí del silencio.

Lo que en cierta medida nos hace volver (Si les cierra más que escribamos ese verbo u otro similar, allá ustedes) a escribirles es ver lo poco que han avanzado sin nuestra influencia. Sí podemos afirmar que no han empeorado, pero oh, oh! las mesetas!

Viraremos un poco, os parece? y permitiremos una perspectiva nueva. Morigeraremos la rigidez del porque sí y los llevaremos a nuestra segunda etapa del 'y por qué no?'

no dejaremos que se copien, y esta vez, al que no preste atención: tunda. Y por qué no?